[De la Respuesta del Santo Oficio al obispo de Poitiers, de 31 de mayo de 1884]
A las dudas:
I. ¿Puede el médico, rogado por los duelistas, asistir al duelo con intención de poner antes fin a la lucha o simplemente de vendar o curar las heridas, sin que incurra en la excomunión reservada simplemente al Sumo Pontífice?
II. ¿Puede, por lo menos, sin presenciar el duelo, quedarse en una casa vecina o en lugar cercano, próximo y preparado para prestar su auxilio, si los duelistas lo necesitaren?
III. ¿Qué debe pensarse del confesor en las mismas condiciones?
Se respondió:
A I. Que no puede y se incurre en la excomunión.
A II y III. En cuanto se hace de común acuerdo, no se puede, y se incurre igualmente en la excomunión.
LEON XIII, 1878-1903