La predestinación es una doctrina religiosa bajo la cual se relaciona el principio y el destino de las cosas. En particular, la predestinación concierne a la decisión de Dios para crear y gobernar la creación y su evolución, así como el punto hasta el cual las decisiones de Dios determinan lo que será del destino de grupos e individuos.
Según la Enciclopedia Católica, la predestinación es un decreto divino por el que Dios, debido a su infalible presciencia del futuro, ha elegido y ordenado desde la eternidad todos los eventos que ocurren en el tiempo, especialmente los que proceden directamente o al menos están influidos por la libre voluntad de la persona humana. Tomada en este sentido general, predestinación coincide claramente con Divina Providencia y con el gobierno del mundo.
La teología restringe el término a esos decretos divinos que hacen referencia al fin sobrenatural de los seres racionales, especialmente del ser humano. Considerando que no todos los hombres logran su fin sobrenatural en el cielo, sino que hay muchos eternamente perdidos por su propia culpa, debe haber una doble predestinación: al cielo para todos los que mueren en estado de gracia, o a las penas del infierno para todos los que parten en pecado o con el descontento de Dios. Sin embargo es lógico pensar que el término predestinación se reserva para el decreto divino de la felicidad de los elegidos.