[Condenados y por él públicamente retractados el año 1347]
1.... De las cosas, por las apariencias naturales, no puede tenerse casi ninguna certeza; sin embargo, esa poca puede tenerse en breve tiempo, si los hombres vuelven su entendimiento a las cosas mismas y no al intelecto de Aristóteles y su comentador.
2.... No puede evidentemente, con la evidencia predicha, de una cosa inferirse o concluirse otra cosa, o del no ser de la una el no ser de la otra.
3.... Las proposiciones “Dios existe” “Dios no existe”, significan absolutamente lo mismo, aunque de otro modo.
9.... La certeza de evidencia no tiene grados.
10.... De la sustancia material, distinta de nuestra alma, no tenemos certeza de evidencia.
11.... Exceptuada la certeza de la fe, no hay otra certeza que la certeza del primer principio, o la que puede resolverse en el primer principio.
14.... Ignoramos evidentemente que las otras cosas fuera de Dios puedan ser causa de algún efecto —que alguna causa, que no sea Dios, cause eficientemente—, que haya o pueda haber alguna causa eficiente natural.
15.... Ignoramos evidentemente que algún efecto sea o pueda ser naturalmente producido.
17.... No sabemos evidentemente que en producción alguna concurra el sujeto.
21.... Demostrada una cosa cualquiera, nadie sabe evidentemente que no excede en nobleza a todas las otras.
22.... Demostrada una cosa cualquiera, nadie sabe evidentemente que ésa no sea Dios, si por Dios entendemos el ente más noble.
25.... Nadie sabe evidentemente que no pueda concederse razonablemente esta proposición: “Si alguna cosa es producida, Dios es producido”.
26.... No puede demostrarse evidentemente que cualquier cosa no sea eterna.
30. ... Las siguientes consecuencias no son evidentes: “Se da el acto de entender; luego se da el entendimiento. Se da el acto de querer; luego se da la voluntad”.
31.... No puede demostrarse evidentemente que todo lo que. aparece sea verdadero.
32.... Dios y la criatura no son algo.
40.... Cuanto hay en el universo es mejor lo mismo que lo no mismo.
58. ... El primer principio es éste y no otro: “Si algo es, algo es”.
CLEMENTE VI, 1342-1352